Capítulo IV

El agua fria llena mis manos, que la recogen hasta rebosar. Después, la pequeña piscina que guarda impacta contra mi cara. Me sienta bien, me despierta. El grifo sigue corriendo, haciendo oidos sordos a las continuas campañas de concienciación por el ahorro de tan rpeciado líquido, que sin duda alguna supondrá el motivo de grandes guerras en el futuro. La violencia está inherente en el ser humano, sangre, golpes, fuerza, poder. No me justifico. Es un hecho.

Lo que sucedió ayer...no estoy acostumbrado a que las cosas se escapen de mi control. Todo lo que se haya podido escapar de mi concienzuda metodología, mi precisa y preciosa metodología, todo eso...me....inquieta. Tuve cuidado en revisar todo, aunque fuese a toda prisa. Pero la muerte de este tipo fue algo....impetuoso, diría yo. ¿Pudo quedarse algo atrás?, ¿pasarse por alto? No creo. No puede ser.

Después de una gratificante higiene personal viene un majestuoso desayuno. Hay que cargarse de pilas a primera hora, para hacer frente al resto del día, a la jungla en la que vivimos. Café colombiano recién hecho, tres cuartas partes del mismo por una de leche, cuatro tostadas con paté de finas hierbas, una naranja y un plátano. Me encanta el orden con el que se disponen las cosas, todo va bien cuando el orden es el correcto y está presente. Primer sorbo, primer muerdo crujiente que me llena la boca, enciendo la tele LG que compré seducido por una oferta, por lo visto, "única", como todas en realidad. Sintonizo la CNN, porque para poder tner cierta conversación en el trabajo es necesario mantenerse "interesado" por lo que está pasando; a pesar de saber que lo verdaderamente importante en la vida no se dice en las noticias y es mi obra la que corrige lo que está mal...La fachada del edificio que sale en pantalla me suena, subo el volumen. La reportera, con un perfecto corte de pelo cuyo flequillo se frena justo en las cejas, nos expone claramente el suceso acontecido en dicho bloque...Ups. A continuación, aparece el supuesto Jefe de Policía del Distrito, rodeado por un número casi incontable de micrófonos de distintos canales televisivos y radiofónicos. Asegura, con cierto semblante firme, que los culpables de ambos crímenes, cuya conexión están investigando, serán apresados. A raíz de las pruebas encontradas, según dice, no deben tardar en caer. No obstante, sigue contándonos, se agradecería información adicional de todo aquel que haya podido ver a alguien en torno a las 12:30 "inusual" en el bloque...vamos que buscan testigos.........Noto que mi limpia cara comienza a palidecerse mucho más de lo que habitualmente está,...y una frase me quema en la mente "a raíz de las pruebas encontradas"....

Capítulo III

Hace tiempo que no sacaba mi verdadero yo a jugar un rato. Tengo que controlarme, sino todo acabaría muy rápido. Así me gusta más, estudiar sobre lo que voy a trabajar. Miren, es aquélla: mi próxima víctima. Sarah Gordon, 25 años, pelo rizado, pelirroja, 1,67, tez blanca...he pasado tres semanas estudiando lo que hacía o dejaba de hacer, acotando al máximo las costumbres...no hay opción de fracaso, no hay lugar a error. Sale de su flamante coche color sangre. Se sube las gafas de sol desde el lugar que deben ocupar hasta la posición que debería ocupar una diadema. Se coloca el bolso sobre su pecho y comienza a buscar entre en la inmensidad de cachibaches las llaves que le abren las puertas de casa. Vestida con un pantalón blanco ajustado y una blusa a modo de gasa, sus manos y cuello están más que cubiertos de abalorios que muestran lo poderosa que se cree ser. Como un pequeño felino implacable, subo las escaleras detrás de ella. No presiente nada, no ve lo inmediato de su final. Me bajo la máscara y pasa de ocupar la posición típica de diadema a la posición que debe ocupar. Su sufrimiento es inmediato, hemos llegado al punto de no retorno. Un último giro de llave, un clac al abrirse la puerta y una boca sellada con cloroformo...

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...............silencio...............silencio de nuevo. Resulta curioso que esos gritos ahogados puedan resultar tan agobiantes. Esta vez, la experimentación consistía en ir haciendo pequeños cortes por el cuerpo, y cubrirlos con sal....para que cicatrizasen, no crean que lo hacía con mala intención......

Sea cual sea el propósito de mis acciones, lo cierto es que gritaba igual que todas. Ahora tengo que cortarlo todo en pequeños pedazos. la arrastro a la bañera, me quito la máscara que me impide respirar con normalidad. Dios, cómo pesa un cadaver...es como si pesase más que cuando está vivo el cuerpo...a pesar de que digan que pesamos 21 gramos menos cuando morimos. Con los músculos tensionados al máximo, mi cuerpo humedecido por el baño de sudor personal y sangre transferida de un cuerpo inerte ahora, tiro tiro tiro y consigo que el cuerpo de lo que una vez se llamó Sara entre de forma pesada en la bañera. Exhausto por el esfuerzo que acabo de hacer, me yergo y recojo con mi muñeca el sudor que baja por mi frente. Levanto la vista y me percato de que una ventana de cristal traslúcido está entreabierta...voy a cerrarla. Justo entonces la mirada de un vecino curioso se cruza con la mia, mientras el estúpido se limpia los dientes..........JODER!!! mierda mierda, no responde asustado......sonrio, sonrie......no le preocupa mi presencia....Me ha visto...No hay opción. Me cambio. Cojo el cuchillo. me dirijo a la puerta del vecino. Llamo. "Que esté solo, que esté solo, que esté solo...." me repito una y otra vez mientras pasan unos segundos que parecen horas....La espera me hace tensionarme aún más y por momentos pienso que voy a traspasar el mango del cuchillo que atenazo detrás de mi espalda. Abre la puerta, la misma cara de idiota. Me regala una sonrisa. Yo le regalo otra. Le pido café..."un dia de juerga, ya sabes, y mi pareja está un poco mareadilla jejej...." Le comento como explicación. Asiente, me trata con toda la confianza del mundo (idiota como ya dije). Me deja pasar, se dirije a la cocina mientras balbucea que no sabía que Sara estuviese saliendo con nadie. "Yo tampoco" le digo mientras una de mis manos le tapa la boca por detrás y la otra golpea con el filo de mi arma blanca hasta 7 veces seguidas un cuerpo que ya no se retuerce de dolor. Mierda. Al final no había nadie más. Entro en el cuarto de baño y limpio todo resto que quede de aquel pobre imbécil sobre mi piel. Salgo por la escalera de incendios. Nadie me ha visto.....nadie me ha visto, estoy seguro, salgo con tranquilidad, robo una camisa blanca y unos pantalones que están colgados de un tendedero....me cambio en la oscuridad del callejón....sigiloso de nuevo. Manos lavadas, cara limpia, cuerpo limpio, son las manchas de sangre de mis zapatillas las que me harán comprarme otras nuevas mañana a primera hora, porque éstas ya no serán de más utilidad........

Capítulo II

Dulce despertar de dulce sueño continuo. Ayer fue una noche de las que me hacen vivir. Dios, cada instante de mi vida es como si el tiempo no pasase, veo mi existencia como un goteo constante pero a cámara superlenta de un grifo mal cerrado. Cloc..........cloc...........cloc...........el sonido suficiente para saber que mis funciones vitales siguen funcionando. Pero nada más. Muerto en vida. Pero cuando hago cosas como las de ayer..........JA! uffffff es....mmmmmmm, ¿veis? no soy capaz ni de describirlo, es como si llegase a sentir, mi corazón va al ritmo de los tambores de las tribus africanas que se preparan para la gran batalla. Me recorre la electricidad. Me siento dentro de la naturaleza. No es más que una simbiosis de vida con la sociedad. Ellas merecen morir, y yo recojo la basura. Para muchos es algo que no está bien, por eso me tengo que ocultar. Pero es porque sus diminutas mentes no llegan a alcanzar el motivo de mis actos. No son capaces de comprender qué está bien o qué está mal realmente, se rigen por una escala de valores!! en nuestra sociedad tan práctica!! tienen valores emocionales!!! Claramente no están adaptados. Yo soy el que corta el césped y me miran como a un asesino. Pero me da igual, porque lo que hago es mi razón de ser, soy el que mantiene el equilibrio en la sociedad.

Un buen desayuno para empezar la mañana, aunque primero una ducha. Me gusta tenerlo todo limpio, y lógicamente yo no soy una excepción. Afeitado, peinado, perfumado...¿quién no me querría? De todas formas, tampoco necesito a nadie. Sólo necesito mantener mi razón de ser en su sitio. Todos tenemos una. La mía no es la más aceptada, pero sin duda, es necesaria...tanto para la sociedad como para mí. Sin ella, ya no sería Mike Sandler. Viviría como aquel viejo que se va todos los dias al bar a leer el periódico y tomarse el café, pero nada más. Dejando que su vida pase como un goteo constante pero a cámara superlenta de un grifo mal cerrado. Cloc..........cloc...........cloc...........

Capitulo I

Hace calor. Gotas de sudor recorren mi cuerpo como si de una maratón se tratase. Me gusta sentirlo. Sólo sentirlo, porque no me gusta cómo huelo después. Necesito ducharme inmediatamente. No, no es verdad. Primero necesito terminar con esto. Una vez realizado la parte buena del trabajo, toca limpiar los desperfectos. Es la parte menos gratificante de una actividad tan...excitante. Mmmmmmmmmm, me siento tan relajado ahora; tengo que tener cuidado, porque es el momento en el que tengo que prestar más atención. En esta ocasión quería ver cómo respondía según iba separando ligeras partes de su cuerpo. En fin, tampoco pasa nada si te quitan un dedo, y un pie, la oreja...resultó difícil conseguir que no se desmayase tanto. Lo de evitar que se desangrase también fue ardua tarea, pero jooooder, cómo disfruté viendo esa expresión tan...inhumana, tan distinta a lo que solemos ver. Para muchos no seré el más idóneo para hablar de humanidad. No tengo, la verdad. Pero la estudié mucho. Es lo único que podía divertirme en el instituto, ver lo absurdo que resultaban ser los demás, llegaban a ser tan predecibles...

Lindsay Hogan, pelo rubio, 1,68, la "favorita" de todo el equipo de rugby. Tan "perfecta". Sonriente en todas las fotos, haciendo poses con mirada felina. No se ve igual ahora. De hecho, creo que me recuerda mucho a uno de esos atlas de anatomía humana que utilizan los cirujanos, con fotográfías de cadáveres diseccionados. Su grito ahogado por el pañuelo ensangrentado, difería mucho de la risita a lo Paris Hilton a los que estaba acostumbrada. Como de costumbre, después del partido, se iba a beber y beber en la fiesta de algún universitario más. Siempre la dejaban en medio de la preciosa noche silenciosa, al final, en la esquina de Roosvelt Road. Después iba "andando" hasta la casa de sus adinerados "papis". Se creía la reina del mundo. ¡Qué zorra! No fue nada difícil avalanzarme sobre ella, adormecerla con cloroformo, meterla en el coche robado y llevarla a aquella fábrica abandonada, visto y no visto.

De manera muy original, en su desarrollada mente, lo único que se le ocurrió preguntar, nada más despertar fue, "¿dónde estoy?"

- En tu confortable casa, ¿no te has dado cuenta?- fue entonces cuando se dió cuenta de mi presencia alli, agazapado esperando cazar a mi presa.

- No se te ve tan..."diosa", de hecho eres algo peor que mundana- debió sonar mucho más aterrador con la máscara puesta, porque empezó a gimotear y a gritar.

Ya imaginaba que haría algo así, de modo que con una torta rápida y el pañuelo ágilmente introducido en su boca, todo acabó en una especie de llamada gatuna al que nadie haría menor caso.

-Cállate, ¿qué quieres que te mate? Como sigas así será lo único que conseguirás...ahora, afirma o niega con la cabeza a las preguntas que te voy a hacer, ¿has entendido?....muy bien, así me gusta, buena chica...¿te llamas Lindsay?...¿si?, creo que te voy a creer...¿te has portado mal?...¡¡¡¡No me mientas!!!!

En cuanto su cabeza se balanceó temblorosa de izquierda a derecha para negar mi pregunta, no pude contenerme y sus dos primeros dedos salieron volando dirección suelo como si de ramitas se tratasen cuando se corta un seto, claro está, con mucha más sangre. Ese fue el primer desmayo.

- ¡Despierta! le grité cuando le lancé el primer cubo de agua. Casi se ahoga cuando el trapo se caló y no le dejaba escupir lo que tragó.

- Creo que a lo largo de la noche vas a aprender a decirme la verdad...

La verdad es que daba igual lo que me dijese, sólo quería divertirme con ella. Ahora parece un puzzle desagradable, propio del diablo de tazmania.

" Sometimes, I feel the fear of uncertainty stinging clear..." Mi móvil...

- ¿Sí?...ey hola! ¿cómo? ah pues guay, si...te veo en cosa de una hora, sí, alli mismo,...jejejje, venga hasta lue!

Vida social, nada interesante, pero muy útil para que la gente no sospeche de ti, nunca gustaron los seres antisociales.